martes, 29 de noviembre de 2022

Coloquios




¡Cómo te bailas zambita! No ruge la añoranza del palabreo largo y tendido sin tiempo pa el combate. No me urge ahora el floro bonito porque entre patas de antaño vale más el bobo y el cariño que escritos de mayor tamaño. ¿Cómo han sido los cambios? Hasta canas nos han adornado, a mí no se me notan las mal pensadas y menos a tumbes, que ya tán pintadas.

Estás igual de chibola Patycilla, solo que tú, ya eres una doña con tus chibolos que están grandotes y tu dorima que es un señorote. Tu caramelo sigue pícaro como siempre. Usado con chispa ocurrente y salerosa, lo tienes pa luquear las cosas de esta vida y darle sabor a la fastidiosa. Sin embargo, hoy le das caballos al misionero que estaba con la agripina llorona. ¡No has cambiado mi chicoca crola!

Ahora todavía viven nuestros causas del barrunto, esos pues, los de la chiquititud del Marsano buildin. El pancito, el papi o el Miquelón payaso, están todavía en los distintos malabares, algunos son reflectores, vagones y otros pastorales. ¡Qué contradicción! Más aunque suene así maliada mi boquilla, manyas pues ahora que es mucho mejor que el famoso tu ru rú.

Pero hoy te deseo de cucharón que el Bravo te bendiga más en este próximo 2023. Que te conceda lo que más anhelas y a tu familia que amas, tengan una gran bendición de Amor. Y sobre todas las cosas mi zambita bella, seas siempre tú mi mejor patasa, pero entre todas, todas, te conviertas tumbes, en ¡La de más grande estrella!

Roque Puell López Lavalle

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