martes, 11 de febrero de 2020

Mi camisa blanca


Maltrecha quedó mi camisa blanca, arrugada quedó por defenderte. Fue usada bella y pulcra, casi brillando, para tenerte. Más el tiempo hizo que las manchas se posaran con tu indiferencia y las betas imborrables de tu injusto razonamiento, se impregnaran de tu cobarde ausencia...

Había pensado que al ver la justicia comprada por aquél que no conoce la decencia, quizá hubiera podido encontrar en ti, la felicidad de mi espíritu acongojado al estar contigo. Pero me equivoqué, lo que antes usé con prestancia para ufanarme de quién me sentía orgulloso, hoy en día se transformó simplemente en grandes manchas rebeldes que no quisieron borrarse…

Hoy la veo como una mortaja, vieja, casi amarillenta, sin ningún atisbo de lo que un día fue, si no fuera por estar guardada y con suerte limpia con el azul de antaño de las manos de mi madre. Así pues, quedan los recuerdos que vienen a mi mente, primero límpidos de toda sucia y después por consecuencia, sin los botones siquiera, por el olvido de los años…

Tú eres como mi camisa. Una vez fue presentable para mi corbata, otra quedó para mi suéter fino para abrigarte, una más para lucirme contigo elegante. Pero luego con los meses se convirtió en una venda para cubrir mis heridas y tus reiteradas mentiras, incluso para no acordarme nunca de lo que un día fuiste para mí… ¡Qué vergüenza debería darte!

Roque Puell López Lavalle

Escucha: https://www.youtube.com/watch?v=Yxa1fU5O5Ew

¿Vamos al mar?


La pasión que vives por la vida, no necesita crecer más si es que ya existe por dentro. ¿No dices que la amas? Hazlo como ella te enseña que es, no como tú quieres que sea ni como tú creas que deba de ser. Déjate llevar, permite que vuelen tus pensamientos y dile al mar que te enseñe el camino, con él puedes hablar pero con el viento, solamente cantarás...

¿Podrás entender la grandeza del universo y conocer a las estrellas que no tienen nombre? Inspirarte ahora en los nobles propósitos que Dios tiene para ti, sería bueno que ahora lo hagas porque sin ellos no prosperarás, pero si están contigo, tendrás una hermosa verdad que siempre te hará feliz...

¡Cuán grandiosa es una travesía cuando tú sabes que no termina! ¡Qué profundo es un regresar desde muy lejos cuando tus sentimientos comienzan nuevamente a amar! Pero es más hermoso cuando te guías por las brillantes estrellas del cielo y por lo misterioso del horizonte ya que seguramente, ellos, te habrán de conquistar…

Escucha el ruido estrepitoso de las olas rompiendo contra la roca, el encrespar altivo de ellas y el sonido profundo cuando se estrellan en la orilla. Siente la brisa que nos invade así como el aire frío que nos sopla en el rostro, pero que no te dice finalmente a dónde va y verás sorprendida cuál es la diferencia…

Nunca le falles a alguien que te pretenda en serio y quiere ser parte de tus días. Cuando pasen los años te darás cuenta que nunca encontrarás a la misma persona dos veces en la vida. Así es el mar, hoy día lo verás hermoso, fuerte, esplendoroso pero al día siguiente, ya no será el mismo porque entonces, habrá cambiado…

¿Vamos al mar? No te arrepentirás…

Roque Puell López Lavalle