miércoles, 19 de septiembre de 2018

Amarnos sin principios y reservas



Extrañaba tu voz. Las emociones comenzaron a fluir dentro de mí porque sabía que no te encontrabas y sin embargo presentí en aquél momento que tenías mi recuerdo pero mi propia desilusión me causó espanto. ¿Por qué? Por qué me dijiste que lo nuestro era un imposible, que un sentimiento adverso se contradecía en tu amor y que yo no deseabas experimentarlo. Estoy sorprendido que apenas me escuchaste, creí que te alegrarías pero en cambio tu orgullo solo hizo las cosas peor. Dijiste no a vivir ilusionada, amada, tal vez honrada por las circunstancias para luego huir y reafirmar tu soledad y compromiso de ser fiel al recuerdo que te esclavizaba. Y al ver así tu corazón, marchito y maltratado por el ayer, sin más consuelo que tus pensamientos, callé.

Me di cuenta de que eran fantasmas que solo pueden existir dentro de ti y que solo te hacen sentir sin cobija, sin el amor verdadero de un ser embriagado de emociones que solo el alma de un enamorado te podría ofrecer. Buscabas entre los bárbaros las mentiras, las emociones furtivas que se sienten pero que a la vez se truncan porque no te llevarían a nada, solamente a vivir ilusiones pero sin una raíz que te pueda afirmar. Era la oportunidad de que tengas paz, de ser y hacer feliz a quien te ama y que quiere arrebatar tu orgullo. 

Ahora estás en la conquista de tus sueños, y en la realización de lo que anhelas. Y cuánto quisiera ser tu compañero y tu consuelo. Tu eterno seguidor en las andanzas de la vida. Pelear juntos nuestros afectos, quitar la hipocresía de un seudo amor que reúne las fantasías de una mentira y buscando siempre las condiciones del Eterno para derrotar a tus sueños imposibles para siempre. 

Tú mereces la respuesta de un te amo, el cariño a un cuerpo como el tuyo, vibrante, cálido como tus palabras y sensitivo como tus deseos. Una multitud de cantos para admirarte en un sin fin de caricias y podamos beber el bello sentimiento de amarnos, como los amantes de una época pasada, sin principios ni reservas...

Roque Puell López Lavalle

Escucha: https://www.youtube.com/watch?v=m9BCpIm_P9Y

domingo, 16 de septiembre de 2018

Queriendo yo un día


Queriendo yo un día saber quién era Jesús, fui al mar y entre los acantilados de la costa, encontré a Pablo, el anciano que tanto lo amaba. Solícito a mis preguntas y mis inquietudes, él me respondió de esta manera:

- Jesús no fue como el Buda, el sabio Confucio, Sócrates el filósofo o el famoso Platón. Ellos fueron hombres que hasta hoy, nos han deslumbrado con sus pensamientos. Más ellos si no lo sabías, jamás resucitaron de los muertos como el Maestro y te aseguro que seguirán estando así, entre los espíritus perdidosy sin nombre, durmiendo eternamente en su tumba...

- Jesús no es una emoción intensa o un arrobamiento que inunda nuestra alma limitándome el pensar, para solamente sentir una gran emoción, no... Él es el Señor de la vida y que vive en mi ser llenándome de Su paz que no cambia así vengan las tormentas en este mundo. También me da la convicción de que él no está muerto y que hoy, está vivo todavía...

- Jesús no es la reencarnación de seres que ya vivieron y que me permiten vivir como ellos ahora o como si fueran los espíritus de animales creados en otros cuerpos. Eso no es una realidad, no existe tal pretensión porque yo sé que él me dará una morada en el cielo cuando yo muera viéndole cara a cara esperándome él mismo con los brazos abiertos...

- Jesús es quien ama y protege a mi familia y no desea que nadie los desvíe por ningún motivo con algún vano conocimiento o algún atajo que nos quiera llevar lejos del único camino que nos lleva a Su Padre. Él es la verdad que muchos por ignorancia no la conocen y es la vida que vamos a experimentar junto a Él,  después que hayamos muerto...

- Jesús no es vendedor de cuentos, fantasías y pretendidas sanidades que engañan a muchos por algún donativo si es que quieres alcanzar salud. ¿¡Cuántos mercaderes y mentirosos de la fe hay en la actualidad verdad?! Él venda y cura tus heridas, hace milagros para salvar tu existir, no te cobra dinero alguno por sanarte pero él también te llevará pronto a Su casa en el tiempo oportuno para librarte de cualquier sufrir...

- Jesús es aquél que me hace empresario y digno de un mejor salario si soy generoso y justo con mi obrero sin hacer con el dinero lo que yo quiero. Si trabajo con ahínco y no soy un usurero, Él me prosperará con todo lo que me falta y así mi familia se sentirá segura y no le faltará nada, solamente por Su fidelidad...

Entonces, luego de un buen rato de conversación, volví por mi camino y estuve callado meditando en lo que habíamos dicho. Donde las dudas ya me alcanzaban y la ignorancia había hecho su tienda, esta sencilla manera de decirme esta verdad, me hizo comprender mucho de mi ser y pude darme cuenta que aunque recorra el vasto universo, o quiera obtener mucho conocimiento, yo sabré al fin, quién es Jesús...

Roque Puell López Lavalle

La mariposa


Entre el aroma de las flores, en un delicado capullo, encontré algunas horas más tarde a una bella mariposa. Era de colores tan cálidos y azulados que sus alas desplegadas eran tan brillantes que su encanto asomaba a la luz de mi mirada. Extrañado le pregunté: ¿Qué haces aquí entre las criaturas de la noche? ¿Estás en el murmurar de los grillos? Ellos no reconocen tus intenciones ni tu estancia, solamente sé que la mañana es quién te da la cordial bienvenida y quien te llena de alabanzas…

Entonces, me dijiste: “A mí me gusta volar entre las dalias, los jazmines y las rosas. Me gozo en el cantar de los pajarillos y en el zumbido de las abejas, pero te confieso que también me atrae la nostalgia de la noche. Ella no me juzga, solo me mira azorada, no comprende que mi vida es un regalo, es un adornar con mil colores a las oscuras rendijas del silencio.”

¿Cómo? ¿Pero no te das cuenta que en el día eres una reina? ¿No es por el astro rey que te admiramos? Es que la noche, sabes, tiene a la oscuridad como su eterna compañera y tu belleza sin duda peligra, tus alas delicadas pueden quebrarse con la niebla y aunque yo te mire asombrado, es preferible que te vea en la clara luz del cielo por las praderas...

“Es que a veces me siento triste y quiero sentirme libre, quiero dirigir mi canto a todo aquél que esté despierto entre las soledades de su laberinto. Quiero formar las sonrisas espontáneas con tan solo pasar revoloteando y que la luna me ayude para fijar mis colores en la esperanza. Así las alegrías las puedo descubrir y la felicidad puedo derrochar sin miedo al llanto. Eso me dice el corazón ahora.”

¡Oh! Qué bonito es conocerte hoy en el embrujo de tus palabras. Son momentos de saber lo que encierra tu corazón y lo que buscas sin cuidados ni reproches. Es un secreto para todos querer encontrarte siempre. Quizá con tu alegría me inspires y con tu belleza despierte. Pero de repente, con tu corazón tan grande puedas hacer que yo te quiera...

¿"Tú crees? No valen las palabras cuando el corazón no está dispuesto. No valen las voluntades cuando solo de promesas baila el sueño, las intenciones y los hechos son los que demuestran que la batalla está ganada, cuando la distancia se acorta con un beso”.

Entonces la mariposa sonriendo, desplegó sus alas nuevamente. Yo quedé entonces boquiabierto y luego revoloteó por el jardín como un gigante e hizo de su vuelo una pirueta. Yo sabía sin embargo, que ella me había escuchado. Después de alejarse por el camino, se sintió feliz y nunca más habló conmigo…

Roque Puell López Lavalle

jueves, 13 de septiembre de 2018

Tú jamás podrás olvidarme


Meditaba en mis horas de descanso y llegué una vez a hacerme una pregunta: ¿Podrían todos olvidarme? Pensé que mis hermanos, la esposa, los hijos y los amigos, si, lo podrían hacer en algún momento, no tuve la menor duda. El amigo se pierde en el transcurso de alguna conversación, en el recuerdo de lo que él hizo, en las palabras que se fueron o en las que se dijeron seguramente con sentimiento. Cuando todo lo que construimos se acaba, también se va la amistad, solo queda dar un paso al olvido y quizá este, tampoco regrese...

A la esposa también puede pasarle, el amor, los años, los cambios del carácter, la soledad, el resentimiento y… no lo sé, tantas cosas nos pueden acontecer. Pero ya no sería lo mismo porque la ilusión ya no existe, la belleza y el deseo se extraviaron en la añoranza de que el tiempo pasado fue mejor, en fin. ¿Dónde estaba el perdón entonces? Ah de seguro ya no fue concedido y dejó de ser un buen motivo para arreglar las desavenencias...

Luego vinieron los hijos que se olvidaron del padre cuando crecieron y nadie se dio cuenta. Ahora son los briosos corceles, jóvenes desagradecidos algunos y otros son los que vibrando en su naturaleza, se preparan para un futuro que es diferente. La vida de ellos son ahora sus sueños, sus ideales. Cambiar el mundo es su consigna, tú les enseñaste cómo hacerlo y ya solitos sin el consejo, se las buscaron. Los juguetes viejos, los peluches, la muñeca rota, los trenes y los carritos, son los recuerdos de tus regalos porque eran la complicidad de todos en casa para que después se pudiera jugar con ellos.

Pero lo que es nuevo para el día de hoy, revierte para su mañana en una esperanza que quieren alcanzar. Y aunque ahora tengas nietos y tal vez te sientas rodeado de ellos, ya quieres que sean como tú, con tus mismas aventuras, picardías y aciertos o con la misma madurez que te corona. ¡Qué iluso serías! Porque el cielo fue conquistado por tu esfuerzo y aun así ellos te olvidarían cuando se enteren que el abuelo al fin descansó para siempre de sus afanes…

¿Y aquella novia que te dijo que su amor era para siempre? Pues se perdió en el bosque de su propia inmadurez. Solo fueron sus anhelos, sus sueños de niña y adolescente porque era tan sentimental como el cuento del "príncipe feliz", pero eran fantasías, vacíos existenciales, enamorada del amor pero no de quien que la respetó y la ayudó en su tristeza. ¿Te das cuenta?

Luego hace su entrada la muerte, aquella que siempre llega a la hora y el tiempo exacto. Convierte al ser humano en un inmoral porque se lleva lo mejor de él. ¿Y lo que se construyó con las manos, ¿Para quién será? Buscarán todos a los parientes pero ellos, finalmente fueron confundidos y no tuvieron lo esperado porque el finado no los incluyó en el testamento…

Y aunque yo crea que al final de mi vida, ya no cuente con más compañía que mi gato, sin grandes oportunidades o ver miles de motivos para no avanzar, seguiré siempre adelante sin mirar atrás. Pero, otra vez me hago la misma pregunta en la soledad que me visita hoy y en la herida que hay en mi corazón envuelto en un manojo de clavos: ¿Pueden todos olvidarme? Sí, todos pueden olvidarme, pero Tú jamás mi Dios, Tú jamás, podrás olvidarme...

Roque Puell López Lavalle


viernes, 7 de septiembre de 2018

A escondidas


De niños hacíamos travesuras porque jugábamos todos contentos a lo que se nos pudiera ocurrir en aquellos años tan inolvidables en compañía de la mayoría de los primos en la casa grande de la abuela. Tú me resultabas gracioso cuando aparecías sin avisar y nos asustabas echándote sin reparos a reír. Recuerdo que en nuestra inocencia, solamente nos regalábamos dulces y pedazos de cariño repartidos entre todos y los que tú sabías darme. Una vez me plantaste un beso muy especial sin darme cuenta y yo que me quedé boquiabierta por tremendo atrevimiento. Tú solo me mirabas como un bandido porque estaba sonrojada burlándote de mi...

Pasaron los meses, los años, y no supe nunca más de tu vida... No obstante, el destino siempre nos encontró, en este caso me tocó a mí porque yo pensaba quedarme sola. Era un error porque cuando crecí, mis padres me llevaron a la capital para estudiar una profesión. Me había casado luego y tuve dos preciosos hijos, pero la vida me dejó solo recuerdos ingratos porque el que fue mi esposo partió de este mundo sin pensarlo dos veces. Me enteré luego que tú estabas con los tuyos, en tu pueblo y solo vivías de hacer promesas, pero cumplirlas... 

Eso fue antes de vernos otra vez en una sonada reunión familiar. Te vi distinto, serio, más viejo pero, 
¿Qué conocías de mi alma? Nada. Si esta sería revelada y no fuera considerada un misterio, sería tan inverosímil como la realidad de nuestra experiencia, de vivir juntos para siempre alguna vez o solo sería una verdad a medias que hoy ya no quisiera recordar...

Pero tú no te percataste nunca que yo hablaba a tu corazón pero fuiste egoísta, solo pensaste en los sufrimientos que te atormentaban y que no era justo que la vida solo a ti se te diera este injusto pesar. ¿Por qué no luchamos juntos esa vez? Quizá porque desconocías mis sentimientos pese a que "decías" amarme intensamente. Y luego vinieron tus dichosas promesas que tienen un sabor a la miel de avispas, ácidas como la que se conciben en el ático de los tejados y no como las de las abejas en los panales de mi jardín, de aroma dulce, ardiente, porque siempre las puedes encontrar también en el verdor de una campiña que florece...

No, me di cuenta que tus falsas promesas y tus temores iban de lo ridículo a la pena, de lo infantil a lo melindroso cuando era la verdad que te negabas a afrontar, sin ver siquiera si pudiste conquistarme con tus melosas palabras. ¡Baahhh! Eso es pedir peras al olmo porque fuiste como una higuera seca, irremediablemente sin fruto, como un suspiro largo perdido en la nada…

Hoy cuando vivo mi nostalgia, mis pensamientos vuelan hasta nuestra niñez porque a escondidas fueron las veces que jugábamos, luego, a escondidas fueron las vidas furtivas que tuvimos después y a escondidas sin resentimientos, espero, pensaré lo que alguna vez significaste para mí. Si así fuera, tú podrías formar un solo momento en mi vida pasada tan escabrosa y confusa, pero seguramente así como lo creo, solo formarías tú como todas las mujeres pensamos: Una parte de mi boda frustrada…

Roque Puell López Lavalle

Escucha: https://www.youtube.com/watch?v=59NoadrxBAs