jueves, 30 de julio de 2015

La verdad



¿La verdad se encontrará entre los nobles? No se necesita nacer en cuna dorada para tomarlo como una virtud. No se necesita ser pobre para expresar los criterios de la humildad. Es más bien un valor que se enseña ente los que tienen un alma sensible que anhela ser mejor y que no acaba necesariamente en la ancianidad.

Además, tenemos pruebas en la historia. Mario Vargas Llosa, dijo la verdad al pueblo y perdió las elecciones por ingenuo. ¡Trágica sinceridad! Los persas le dijeron la verdad a Leónidas: "Que el cielo sería cubierto por sus flechas para derrotarlos en sangrienta batalla" y así fue, todos murieron peleando bajo una terrible realidad. Aquellos que la dijeron, fueron vistos como extraños, sacados de la oscura noche, pero lapidados por semejante temeridad. Su legado fue grande porque hicieron de su vida una convicción, más su existencia fue plagada de injusticias donde no existió la razón.

No así los necios que confunden el derecho con el reclamo y el enemigo con el resentido. Al trabajo lo denigran y a los amigos los traicionan porque su aparente sabiduría no puede perdonar. No entienden que la vida les pedirá cuentas, pero al final no se llevarán nada. Morirán solo en el olvido de su gente, entre las tristezas impuestas por las costumbres y no porque lo quisieran sinceramente. Descubrir el injerto de la mentira en la verdad y de la villanía en la nobleza, es costumbre de los hombres que no han entendido que este mundo no ha encontrado todavía su pedestal.

Así estamos a sabiendas de las mentiras, inundados por fuerza de la costumbre donde nacen los derechos, pero no son dados por el raciocinio que promulgue una Ley. ¿Quién podrá entonces salir de aquél lodazal? La razón y la virtud se encontraron, el amor y la conciencia se abrazaron, pero el sentimiento y el conocimiento no siempre se comprendieron, sería más fácil callar y faltar a la honestidad, así entonces no se podrán comprometer para quedar en paz. Pero el hombre que al hablar de sí mismo no se engaña, es un hombre sabio y por ser sabio, también es humilde. Más si no nos decimos lo que debemos corregir ¿Cuánto de imposible sería pedirle a nuestro prójimo que a la falsedad no debería de sucumbir?

Sin embargo, encontramos todavía algún remanente de fidelidad, alguna actitud de escondida bondad. Ingeniosos algunos que saben decir lo que piensan sin faltar a lo que ya está escrito. No por eso cambian si alegan tener esperanza de encontrar acierto a su intención. Fieles son las heridas del que ama pero si está el amigo para aprender que no todo en la vida es oro, podríamos decir entonces que el hombre ha encontrado lo que le falta. Algunos le dijeron a él lo equivocado qué estaba con su vida, pero era necesario para el aludido, descubrir la ignorancia en que se encontraba. Quizá hallaría más oscuridad pero él jamás podrá olvidar que alguien, si le dijo la verdad.

Roque Puell López Lavalle

Tú estuviste a mi lado


Cuando la noche te invita al pensamiento, a la luz de un candil que va muriendo, buscas la quietud de tu alma y la necesidad de una respuesta... Allí en mi lecho de la soledad y el tiempo, en las calladas palabras que puede musitar mi deseo, apareció tu figura sin parecer un sueño...

Me acompañabas entre las mantas de mi cama inmensa, entre el perfume de tu beso tierno. Mis ojos te miraron, llenos de emoción y dulzura, sorprendidos y llenos de una paz infinita. No niego el deseo que llegó de improviso pero más fue tu compañía y tu rostro, tu sencillez a mi temperamento, henchido de fuego...

Tus palabras me hicieron eco, consolaron mi alma en pena y fueron momentos en un hermoso solaz de canciones bellas. Tenías un corazón como el mío y en este camino nos hemos encontrado, yo para colmarte de lo que mi sentimiento al tuyo quiere derramar y tú para hacerme dichoso como un niño a besos...

Eres mi cariño, acaso mi amor y no me he dado cuenta. Solo me darán vida para que este sueño se funda en la hoguera de un amor eterno. Mi deseo de quererte tanto y la dulce voz de tus labios, tiernos, vencen en mí lo que tú significas en mi existir. Egoísta me dirás y pretendido dueño de ti, pero así vivo siempre para que tú seas feliz...

Pero vino desafortunadamente el despertar y todavía siento tus caricias, nuestros besos arrobados y deseados que descubren un alma como la mía, un corazón sufrido como el nuestro, que quiere a gritos ser feliz. Quizá sea en el día de los imposibles o en el día que no hemos pensado, pero yo espero que así fuera pues me daría un gran pesar si así no fuera...

Perdóname si abrí mi corazón sin defensa, si hice una tempestad con mi ser apasionado pero así te extraño, así yo te quiero mía y si mis ilusiones cayeran rotas por los suelos, yo sabré que aquella noche, no soñé contigo, no, tú estuviste a mi lado…

Roque Puell López Lavalle

Caminos del inca




Caminos del inca que me muestras la cordillera hermosa, escarpada, antesala del gigante dormido que regala generosa la vida de palacios enclavados en la montaña. El abismo infranqueable de tus alturas me hace sentir pequeño, me hace contar el sueño de que nunca te rindes al buscar mi admiración...

Camino del trabajador andino, que lleva su sustento que le regala el Creador a tiempo. Tienes el aplauso de propios y extraños, por ello llevas la consumación de los siglos que revives en la gloria de antaño. ¡Hoy quisiera recorrer tus caminos! ¡Vuela zampoña vuela, que tu aroma me roba el alma! ¡Quena que me abraza, que me toca, se eleva mi corazón porque mi ser todavía llora!

Al Ande me llevas, a las lagunas me rindes, a las montañas de nieves perpetuas me guías, a los campos pastoriles de mi tierra me enamoras ¡Cálida desolación que mi emoción reacciona! Noble es tu grandeza que se traduce en el pasado de un imperio orgulloso y conquistador de los reinos y de las tierras lejanas...

Por eso es que la tinya redobla a lo lejos con majestad clamorosa las fibras de mi corazón peruano. Tienes la ternura de mis días, en la frágil flor de las alturas me regocijo, el sonido de la quena me contenta, dice que tengo una herencia inquebrantable y una gran fortaleza del valor que a todos asombra... ¡Una cordillera bendita! ¡Un farallón infranqueable! ¡Vuela zampoña ahora, que tu melodía contenta mi alma!

Roque Puell López Lavalle


lunes, 27 de julio de 2015

Mujer madura



Qué bello el poema, qué bella la mujer madura, quién por ella suspira es porque entendió su bravura. Si el amor que le prodigas es una eternidad, feliz estará el hombre de ser cómplice de tremenda responsabilidad. Pero el conquistador ha de ser valiente y atrevido para dar amor en serio y ser correspondido. Debe saber que no hay dicha más grande que amar a la mujer madura y así juntitos, no debemos olvidar que es un amor verdadero más no una locura... 

¡Qué bello poema, qué bella la flor que me regala su perfume! No la cambio ni por el cielo ni por los colores de la aurora, ¡Qué no muera el amor ni tu recuerdo de aquella tarde! No me olvides por tu experiencia o por tu sonrisa que me hiere. Nada, ni por el privilegio de haberte conquistado, ni por haberte solamente una vez amado…

Roque Puell López Lavalle

lunes, 6 de julio de 2015

Nuestro mejor deseo


Cuando en las noches miro a la lluvia, siento su ruido estrepitoso y que cae siempre en forma copiosa sobre mi techo destartalado. Continua es entonces, la gotera que se precipita sin más oficio del que yo pueda entender para querer repararla. El momento de la humedad se acrecienta en el ambiente y el olor a la tierra mojada invade mi habitación. Luego pienso de inmediato y quisiera adivinar el sonido del rugir del viento y los truenos que en ese momento los escucho. Seguramente ellos son los presagios que me invaden, estarán entre mis dudas y temores porque pronto encontraría tu mirada. Ella seguramente estaría perdida entre tus tantas emociones que callas para perderte después en situaciones diversas ahora, no puedes comprender.  

Ahora los rayos los veo repartidos entre mil maneras, buscan el cómo llenar la tierra con sus interminables brazos. Acaso las luces refulgentes les dan más vida o es que para mi tienen un significado inmenso. A veces quisiera ser como esas bengalas para saber dónde buscarte, sea entre el negro nubarrón dónde nadie puede penetrar o tal vez entre el susurro de tu dormir profundo. Yo también disfruté de todo el portento al sentirlo sobre mi ser en los magros tiempos del invierno o cuando gozaba correr debajo de la lluvia para sentirme fuerte y poderoso. Era vivir como los dioses de los mitos y de los cuentos, tan desconocidos como ausentes. Pero así te hubiera conocido en los relatos de mis fantasías y quizá fueras para mi, la musa de mi alegría en mis castillos imaginarios...

Veo la gente que transcurre apurada en medio de la calle para protegerse del aguacero que no perdona y no pasar así un mal rato. Sin embargo, tu recuerdo aparece entre los sorbos de mi café bajo el cielo oscuro y furioso, entre el frío que se asoma atrevido y molesto de mi casa. Así te imagino mujer, rodeando mi cuello con tus brazos, como una tímida niña de ojos grandes y delicados. Como tú eres, un tanto asustadiza y nerviosa que ahora me pide que la abrace fuerte y sin distancias. Apareces de pronto en mi corazón solitario y distante, entre los andamios de una historia de corajes que anhela no dejar ahora de recordarte...

Yo también supe tener entre mis manos las revelaciones de mis tiempos y saber el por qué no te conocí antes. Pude rebelarme a no ser como los surcos inundados, los caminos perdidos y sin sustento porque sé que ellos no me llevarían a ninguna parte. Sin embargo, al contemplar después de mucho tiempo la magia de la tormenta, no tengo menos que sonreír porque ahora sé que te amo, porque hoy puedo volar dónde estás sin que tú lo sepas y sin que tú puedas impedirlo. Será tal vez porque quiero guarecerme de una vez de las inoportunas goteras de mi tejado roto y convencerme de que deben de quedarse así, que no hay más que remendar al viejo techo de los pensamientos...

De repente, quiera abrazarte en un mágico final, decirte que nos vayamos del todo y de todos o quisieras bailar conmigo el concierto del aguacero y de la tierra que se enloda ¿Verdad? Jugaríamos como niños en el barro, reiríamos como nunca por lo que el tiempo nos regale y entonces, podríamos sellar lo nuestro con un beso largo inundados de la esperanza y el fuerte viento, cumpliendo así si tu quieres, nuestro mejor deseo...

Roque Puell López Lavalle

Tratos y maltratos



¿Quién pudiera volver a ser un niño para no mirar los embustes del ladino y no darse cuenta de las malas artes del embaucador que no se toca el alma para dar cuentas a su señor? ¿Quién fuera el que encontrara la verdadera razón del contentamiento cuando el mezquino se alimenta de los dimes y diretes que no valen un centavo de cariño y de compasión? No por mucho madrugar se amanece más temprano ni tampoco hay los muchos sabios que nunca se equivocan, solo estarán los grandes reconociendo sus pecados y sus victorias...

Mentiras y verdades, honestidad e indiferencia, son los caminos intrincados del impenitente. No se sabe entender el hambre quien en su infancia no pasó necesidad, no se sabe qué es sufrir un desamor cuando en la vida siempre lo quisieron y nunca ha sufrido...

Así es el caminar, lleno de experiencias y de sentidos, muchas palabras y ¡Cuánto hay de los espíritus resentidos! Quizá será de los que se extravían en explicaciones sin sustento o de las mujeres que se van y que se muerden fuertemente los labios sin arreglar lo dañado o llorando a mares perdiendo el tiempo…

Sombrías realidades son las que busca el inconsciente, muchas ganancias tendrían entonces los impostores porque los hombres vanos siempre han existido pero ahora dicen todavía que han cambiado. Quizá pueden sentirse vencedores, inventando y consolando a fantasiosos pero ¡Ay! que pueden terminar siendo unos perdedores...

¿Quién podrá mantenerse entonces en la verdad? ¿Quién será el que triunfe al final? Tal vez sea para aquél que busca y encuentra o para el que siembra y cosecha, porque al final la brega y la lucha es para los sensibles y fuertes o para las sufridas, pero aguerridas mujeres. Los alegres siempre estarán sonriendo y viviendo su desgracia interna, payasos de saco y corbata que cantan alabanzas enseñando que todo tiempo y el que viene es mejor. 

Quizás tengan algo de verdad porque ellos ya pasaron los embates de la adversidad sabiendo llevar las derrotas con humildad. Tal vez se han dado cuenta que no todo en la vida son sufrimientos y portazos, también es sabio no vivir siempre bajo la sombras de un cadalso o bajo las cadenas de los escondidos maltratos…

Roque Puell López Lavalle

Si no muere antes




No entiendo la voz extraña de la gente que pregonan tener sabiduría cuando escuchando sus alegatos me doy cuenta que son puras mentiras. Ellos nunca vivieron en mejor estado porque siempre tuvieron miedo y tampoco dejarán vivir porque ellos ya están muertos. ¿El caso típico del perro del hortelano?

Acaba de promulgarse una Ley de igualdad que no tiene ni pies ni cabeza en el país de las grandes oportunidades. Pero ella tiene una moral insufrible y despreciable. No admite diferencias en su composición, ignora otras formas de interpretación, es más bien una dictadura de insultante imposición. No siempre lo que el hombre cree como verdad lo aprende y no siempre lo que el hombre haga por su prójimo es suficiente. ¿Por qué creer?

No debo de aceptar ese nuevo estilo que está por los suelos y es tan cambiante como las tormentas de arena en los áridos desiertos. Una vez podría ser consecuente para el más ilustrado, pero traidora y sin escrúpulos para el hombre contemporáneo. Se ha dado en un desorden mundial y muchas son las desesperanzas en un afán mercantilista porque hay menos justicia para los pocos y más indulgencia para los demás. Que estemos así no es por la evolución del hombre, válganse las protestas para que no creerle más, es el hombre quien no quiere administrar la sapiencia que lo hizo capaz. ¿Será pues un animal?

No tengo por qué olvidarme de Tu silencio cuando por nosotros el reclamo es manifiesto. Que el juicio viene tanto para el que sin alma pervierte como el que apoya indigno a la muerte. Será que la ruina de generaciones vienen por los inicuos, cobardes pero no por los incapaces. Por aquellos "sabios" que confunden el valor con precio o a la libertad con el libertinaje porque sus pensamientos y argumentos, se asemejan más a la de un asaltante.

No quiero escuchar el camino de avanzada de los mil destinos que estos me pueden ofrecer. No es rebeldía lo que me invade, es más que un pensamiento el que debo emprender. No siento mis brazos, me he cansado de pelear. No siento mis ilusiones, han preferido dejar de soñar. Que entonces ellos paguen por los actos de injusticia cometidos pero que Tú liberes al que sin compasión es perseguido. Que sepan todos que toda mala decisión tiene una consecuencia, así sea grande así sea pequeña y son Tus palabras son las que no pueden ser burladas por una humanidad indolente y sin conciencia..

Vanas entonces serán las lágrimas, vanas las maldiciones proferidas, el juicio viene sin misericordia. La ira atrae la ira, la espada forjada al hierro y el volcán inflamado ya no se apacigua con ruegos. Sufrirá pues la humanidad, tarde o temprano, buscando la razón o huyendo de ella, qué más da. Pero vendrán cielos nuevos y nueva tierra en el futuro, no habrá entonces más dolor, se iluminará nuevamente la esperanza, pero es verdad también, que esta semilla no germinará, si no muere antes...

Roque Puell López Lavalle