sábado, 2 de septiembre de 2017

Jean Baptiste Muirón






La batalla del Puente de Arcole tuvo lugar entre el 15 y 17 de Noviembre de 1796 en Arcole, provincia de Verona, noroeste de Italia. La batalla enfrentó a franceses, dirigidos por Napoleón Bonaparte, contra los austriacos. Napoleón contaba con 21,000 soldados bajo su mando, mientras los austriacos con 24,000 combatientes al mando del general Joseph Alvinczy. La batalla se planteó en la orilla de rio Alpone, afluente del Aldigio. Napoleón planificó una maniobra de tenaza efectuada por Charles Augereau y André Masséna. Augereau es rechazado y Masséna se atasca en la ciénaga, por lo que la maniobra de tenaza no puede llegar a realizarse. Napoleón, Comandante del Ejército de Francia, ataca a la cabeza de sus granaderos portando la bandera de Francia, tomando el puente. Este es bombardeado intensamente y sus oficiales le gritan para que no se arriesgue más, hasta que su ayudante Jean Baptista Muirón tiene una importante actuación. Luego de una estratagema compartida, Francia tiene la victoria. Las bajas entre muertos y heridos por la parte francesa ascendieron a 4,600 mientras por la parte austriaca fueron 6,000.

Como ya se dijo, arrecia el cañoneo y las descargas de los fusiles de los austriacos. Un soldado apunta a Bonaparte para eliminarlo. Muirón se da cuenta de la intención y ofrece generoso su cuerpo para que el proyectil lo reciba él y no su Comandante quien también era artillero. Esta bala resultaría mortal para él quien se desploma cayendo de espaldas y pesadamente entre los soldados. Bonaparte aún sorprendido por tremendo hecho sigue arengando a sus tropas quienes caían abatidos por la nutrida fusilería y artillería. Pero sigue con sus combatientes hasta el final para coronar la victoria y vencer así con coraje y determinación la suerte de la batalla. Napoleón no olvidó jamás el gesto de Juan Bautista pues luego protegió a su familia e incluso le dio el nombre de “La Muirón” a una fragata cuando se coronó Primer Emperador de Francia. Ellos se habían conocido en el sitio de Toulón y ahora en la Campaña de Italia en el año de 1796. Nunca se ha escrito una historia semejante del dar la vida por el amigo en tremenda situación. 

¿Qué fue lo que le pasó por la cabeza a este Artillero? Las almas nobles consideran a la amistad como algo sublime, sagrado y por ello dan la vida hasta las últimas consecuencias. Muirón demostró amor a la patria, valor y mística. Tenía apenas 20 años para dejar su memoria escrita en los anales de la historia. 

"Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos", dijo el Maestro y lástima que aquella actitud que él hizo ya no se conoce hoy en las guerras olvidadas en el imaginario popular. Lo que fue antes, no podría repetirse después y las glorias del pasado se olvidan fácilmente para dejarlas en un frío monumento del recuerdo. Hoy se perdió la alegría de la tropa triunfante solamente escrita en los libros de una biblioteca anticuada. Pero los actos se llevan en el alma y el pensar de nuestra vida se vería reflejada en nuestra decisión. ¿Y si viviéramos esta experiencia? Se extinguirían los héroes porque ya no hablaríamos de ellos.

Pero yo sé que si hubo Alguien que lo hizo sin ninguna recompensa. Quizá Napoleón nunca lo supo porque quedó sorprendido por la muerte de su amigo o de repente si lo sabía pero jamás lo pudo relacionar. Nos toca ahora entender los hechos y las realidades o los mitos y leyendas plasmados en la pintura de Horace Vernet que inmortalizó la terrible batalla. Sin olvidarnos que él también fue, un artífice de la vida  pasajera..  

Roque Puell López Lavalle