martes, 7 de abril de 2020

Un pedazo de amor


En el secreto de mis pensamientos quisiera encontrarme contigo. Las palabras de mi voz se encontraron con las tuyas y la curiosidad de mi corazón creció porque me decías que tenías un temor por las noches por el ruin desvelo y luego venía tu despertar intranquilo por tener un mal sueño. ¿Por qué entonces, ya no sonríes? Pero si estoy contigo en tu dormitar, ¿Por qué me dices no en este momento? Si cuántas noches soy yo quien te escucho triste, ¿Y no tengo acaso tus ojos llorosos hoy, para darte un consuelo?

No lo sé, tal vez yo pueda simplemente convencerme ahora de que tú me olvidaste y ya no me buscas para recorrer juntos aquel camino. Tal vez en el ocaso del sol enrojecido por la ilusión que mi alma vive o quizás por la noche oscura que con su abrazo nos arrulla, ahora se muestra para dormir un final sin esperanza. Sí, porque ahora no concibo que la duda nos gobierne, no he comprendido aun las razones del por qué me agradas... ¿Será porque eres corajuda y delicada como la pintura de una bella rosa?

Sin embargo, te alejas de mí a paso lento y pausado para encontrarte con tus miedos. Te vas para no pensar que alguna vez hubiéramos sido el valle fértil de una cordillera. ¿Qué es de esa flor solitaria que nació fuerte entre las piedras? ¿No fuiste la que tenía los colores más intensos para demostrarme que eras la única en el jardín de mis ilusiones? Mejor tendría al mar inmenso para que se lleve mis pesares y mis sentimientos, pero, ¿Yo he de aceptar tu temor o tu duda quizá, para no mirarnos como nos une el tiempo?

Mis sentimientos se pierden entre el resplandor de la luz y de las negras sombras que los ocultan y así sería para que mi corazón muriera sin remedio por la desilusión y el espanto. Pareciera que te atrajera la tristeza, quizás la inconformidad del sueño, la inquietud de que tu alma ame otra vez o deseas que yo no exista en los impasibles instantes de tu soledad y de tu silencio. No mujer, yo te conozco, tu sentir no es tan cierto, no puedes terminar en una batalla sin las armas requeridas, no eres capaz de ser tan esquiva porque tienes madera de ser intensa, incapaz de morir sin una bandera y no rendirte jamás, ante un cualquiera…

Aun así, son tus sentimientos los que vuelan sin encontrarse y son como las luces que van cediendo a la noche entre la incertidumbre y las penas de no juntarse. Pero sabes, yo no soy así, ven conmigo y te mostraré que mis farallones están firmes y llenos de un verdor inmenso y silvestre. Son tan fuertes que podrías cobijarte en ellos, luego la montaña más alta podría ser tu casa y así, en las cumbres de mi gélido nevado me verías sonreír tomando tu mano abrigando tu desesperanza…

Sí pues, soy como una fortaleza, tal vez con un amor tan grande que también espera ser correspondido. Más no te vayas ahora, busca en mí ese valor que ahora te falta pero no me hagas mella, podría haber un volar de mis anhelos pero aun te quisiera solamente para mí. Sea para que por lo menos me recuerdes por lo que soy o por lo que te di, no importa, solamente búscalo dentro de mi corazón y te lleves si quieres, un pedazo de amor…

Adiós...

Roque Puell López Lavalle

Escucha el Link en:   https://www.youtube.com/watch?v=dE1o_uUXTvo