lunes, 26 de septiembre de 2022

Las flores amarillas

 
En el jardín de la vida cuyo nombre no me acuerdo, florecieron diferentes botones de flores con muchos colores. Violetas, azules, rojos, anaranjados, añiles y los no muy pequeños e insignificantes. Las criaturas de la pequeña tierra, se iniciaron en su momento de ensueño para empezar la exploración del magnífico territorio. Podían algunos escalar los tallos, hurgar entre las raíces, construir refugios, buscar su sustento y hacer todo cuanto quisieran, el mundo visible era de ellos al igual que las mariposas y los pájaros que no dejaban de cantar. Más las flores con diferentes túnicas del momento, se ufanaban preguntándose cuál era la mejor, unas más que otras y aquellas que vivían sin favores, solamente aceptaban lo que les tocaba. Sea por el nombre o por el inusual colorido, muchas prefirieron hablar de las bondades y de los talentos, pero solo una flor se quedó pensando en la libertad.

Vivió los diferentes aromas que adornaban el presente, presenció la conquista de las rosas por el ruidoso abejorro, fue testigo del nacimiento de las diminutas florecillas, las temibles arañas y sus telas, un sinfín de vida nueva vieron sus ojos, quedó asombrada de la figura aventurera de las abejas, buscando ellas el néctar de las codiciadas flores. Todo parecía tan fantástico que no lo podía creer, una mañana esplendorosa, era vencida con el amor del amanecer, Vio un sol enamorado por el atardecer lluvioso y sin embargo ellos dos, pintaban mejor el arco iris. Nacieron las esperadas tardes y los grillos cantaban, una esperanza en el umbral de una nueva nación que ahora si se forjaba. La luna llena se sorprendía más y las estrellas lo confirmaban, habían llegado ya los tiempos trascendentales. ¡Y menuda fue la sorpresa que encontraron los padres!

Hasta que vino la incomprensible brisa del invierno, el gélido momento de las pruebas ante el inocente barullo y la sorpresa de los habitantes. Quizá fueron los tiempos impredecibles sin una pequeña estrella que les avisara, pero fueron los tiempos de las enfermedades, el desencanto que había nacido lo inesperado y ya los tiempos pareciera que esta vez, no eran los mejores. Ahora la risa se convirtió en llanto, las palabras en amargas remembranzas y en callados desenlaces. No había nada que descifrar, nada que arreglar, el invierno había cumplido su cometido y los sueños pagaron su inocencia. El amor terminó siendo injusto por los reproches inconscientes y aunque quiso que fuera diferente, el momento hizo lo demás.

El terruño ya no fue el mismo, se acabaron las oportunidades. Las flores avergonzadas comenzaron a cerrar sus hojas porque los pétalos dejaron su color y a la lluvia no se le vio más. Todos esperaban un nacimiento oportuno, un renacer de las oportunidades pero ahora terminadas. Creían todavía en los vientos nuevos, en el que se marche ya, el invierno fresco. ¿Vendría el incienso de sorpresa al nuevo concierto de la música? Solo silencio… pero nada de eso pasó, así era la vida, así se presentó y solo divisaron a lo lejos, la tristeza inequívoca, de las flores amarillas…

Roque Puell López Lavalle



viernes, 23 de septiembre de 2022

Regresó el importante

 

Se viste de gala la naturaleza, soplan los vientos, está de fiesta el firmamento, hoy ha acontecido el milagro más grande, tu sonrisa volvió como antes, la felicidad te ha visitado, ha regresado "el importante" para llevarte a sus palacios reales. No sales de tu asombro, no pensabas que en el mundo del mañana todo resulta al revés, lo que no pensabas se realizó, lo que no deseabas ahora lo tienes y si das amor, se habrá pues, de multiplicar. ¿Por qué entonces, tienes así ese rostro? Te había conocido a orillas del camino, en las hondonadas de los ríos y me gustaba cuando le hablabas a los duendes y a los pajarillos silvestres. Buscabas un motivo para enseñar tus recientes tesoros, algunos de plata, otros de jade y de turquesa, más yo te ofrecía el oro de mi nobleza. Pero tú no necesitabas los metales, ni los lienzos entre los grandes, solo querías un corazón sencillo entre los mortales.

Era difícil de creer y qué complicado sería encontrarlo, hoy no se encuentran especímenes de esa rara naturaleza porque hoy hay más rencillas, más candelas, más orgullosos que un buen vino o quizá una rosa creída en el camino. Sin embargo, las muchas aguas no podrán apagar la esperanza que tenías de encontrarlo. Te habías esforzado tanto sin preguntar, que tu ánimo pronto, nunca cejó de perseverar. Entonces tu abuelo Freder, antes de morir, te dejó alegre, un invaluable tesoro. Lo hizo después de muchos viajes y de grandes esfuerzos hasta que por fin, él te había encontrado. Y eras tú la indicada, la más inocente, la más ingenua, la de un corazón noble pero en el fondo, una indomable guerrera. Así entonces, se fue tranquilo dejando su mejor legado entre las más buscadas princesas, pero solo había una que se hacía merecedora de tal deferencia.

Extraño fue que cuando abriste el pequeño cofre, se encontraba una llave de oro que adjuntaba una pequeña nota que decía: “Con esta llave tendrás tu esperada felicidad, pero cuando la encuentres, ella te colmará de bien pero finalmente, desaparecerá”. Extrañada quedaste, y pensaste: “¿Cómo sabré quién es mi felicidad o que señal tendré de su llegada? Pasado el tiempo, muchos en el pueblo decían que había alguien misterioso que vivía en las cumbres de las montañas, seguramente por los quintos apurados de aquellas laderas. Su casa era una cabaña de madera, de tejas rojas, sus animales eran la envidia de los moradores de aquella región y sin embargo, todo eso no importaba pues en algún momento, habrían de salir los verdaderos motivos de su razón. Pero él no te conocía, solo había oído de ti en la llanura de la quebrada y que solo sonreías a quien te lo pedía.

Entonces cuando el hombrecillo llegó al pueblo, algo cansado y temeroso, preguntó: ¿Quién habría de mostrarme el camino de regreso sin ser yo más que un inocente arriero que está ahora perdido? Y tú al verlo, le respondiste con sencillez las maneras prontas de encontrar el sendero que tanto buscaba. Él te escuchó y le atrajo tu espíritu y tu corazón. Sus ojos le dijeron que posiblemente eras tú la que él había escuchado hablar y decidió quedarse algunos días antes de partir. Pero pasó que una mañana, algunos malos hombres quisieron borrar la alegría de tu corazón. Intentaron robar tu inocencia a plena luz del día y sin razón. Tú te defendiste y sin que nadie que escuchara tu clamor, luchabas hasta el final. Aquél hombre se enteró y sacó pronto su espada reluciente para defenderte, terminado así con la afrenta. Cayeron uno a uno los granujas y entre los dos, pudieron llevarlos a chirona.

Solo quedaron miradas, no hubieron palabras y no bastó el agradecimiento, algo distinto nació en el brillar de los ojos... ¿Acaso no se habían dado cuenta que eran el uno para el otro? Y sucedió que te enamoraste tanto de tu salvador, como él de tu candor. La clave de oro entonces, abrió la cerradura de su corazón y aquél legado entonces, se cumplió. Pronto aquella herramienta, dada por el finado, por fin no se pudo encontrar. Ya no era necesaria porque fueron felices y el amor triunfó. Tu sonrisa regresó como antes y "el importante", te llevó a sus palacios reales. ¡¡Qué tal encontrón!!

Roque Puell López Lavalle

Click: https://www.youtube.com/watch?v=8M74y1Ht7FI

sábado, 17 de septiembre de 2022

El juglar


A mí no me cantes porque yo no soy el mal estudiante y cansado estoy de tanto mentiroso. Tampoco no soy el soñador de causas interminables, ni restaurador emérito de vidas medievales. No faltaba más, hoy querrás convencerme de tus bellas letras musicales ¿Verdad? ¿Por qué no mejor me inspiras con algunas vidas realmente excepcionales?

Por favor juglar no me cantes al amor y no te esfuerces en despertar ahora a mi alma. La vida es siempre bella y por una flor negra, no se acabarán las estrellas. Si, se fue la bella ingrata, la que tanto amaba, pero hoy ya tengo suficiente con mi gata. Ella siempre busca alcanzar la gloria hurgando mi sentir y de esta manera, yo no podría tener el alma curada...

No me cantes el cómo debo de ganar dinero, conozco al comprador y al vivo vendedor. Hoy quieren prestos engatusarme con las historias del bendito ganador e insufrible magnate. Ellos están procurando siempre convertir al señor letrado y al señor ignorante, en un gran y próspero comerciante. No gracias, así como estoy ahora, me siento mucho mejor...

Pero si deseo amigo, que me cantes mejor a la vida plena y dichosa, insisto, mejor cántame de Dios. Busca en las fibras de mi fe y de mi constancia, un ejemplo real del amor. No me digas hoy que tú ya lo sabes todo y no tienes por qué engañarme. No confundas el amor verdadero con la peliculina que está de moda, en un cine muerto de hambre...

Canta que el amor que se ofrece al hermano, no se da con un mísero papel dando gracias. Tampoco con un "no tengo, que mañana te daré". Menos aun, con un "Dios te bendiga" y que Él, siempre es fiel. No, entona mejor que estas cosas serán hechas con las manos extendidas, inspirada en las buenas obras y con un sincero desprender. ¿Quieres que te lo repita otra vez?

Roque Puell López Lavalle

Click: https://www.youtube.com/watch?v=NNFcEGPr-5k

martes, 6 de septiembre de 2022

Añoranzas


¿Cómo estás? ¿Sabías que cuarenta y cinco años han pasado y me acordé de ti? Fue tu ausencia, el disco de moda que te regalé o tal vez fue la nostalgia al volver a mis veinte y recordar las locuras que me envolvieron al quererte con esa inocencia que nunca volvió, no lo sé. Fueron esos amores que mucho tiempo los recordé y no saber ahora, dónde habría de encontrarte. ¿Me extrañaste alguna vez?

Fueron otras vivencias que ya son diferentes ahora. Eran profundos los sentimientos y los valores que se hicieron realidad en nuestra sincera relación. Y fue así que mirando no hace mucho el lugar que nos gustaba, me pareció verte en mis añoranzas, del cómo te abrazaba y te besaba tan apasionado. Te quería tanto… porque eras para mí quien me hacía pensar y sentir el día a día tan real y verdadero.

Pero hoy estamos lejos el uno del otro, tendrás tus nietos ahora, ellos rodeados del amor y del cariño de una abuela como tú, hermosa, con la juventud de ser la romántica de ese entonces, la de dulce mirada, que expresaba un querer y un deseo de ser feliz. Así te recuerdo, como fuiste antes y por qué no pensar yo que no cambiaste aquello, que todavía has conservado la belleza de tu ilusión.

Ojalá te viera nuevamente, hoy el mundo cambia muy rápido pero para mí sería imposible creer que este sueño tendrá que ser verdad algún día. Pero en mi corazón hay un lugar para ti como te lo prometí. Yo había pensado que solo eran palabras del momento pero no, tú fuiste una realidad tan importante en mi vida que sabía de alguna manera que existías.

Nostalgias del pasado, curiosidad del presente, deseos de encontrarme como ayer y sé que aunque cada uno realizó su vida, tus recuerdos de alguna manera me sirvieron para ver una vida totalmente distinta. Te quiero mucho y aun conservo tu fotografía, aquella que un día me la regalaste en una tarde yendo a la playa. Más pienso ahora que estoy triste, que quizá nunca más, nos volveremos a ver...

Roque Puell López Lavalle

Clic: https://www.youtube.com/watch?v=E4zcl5aBdRA