lunes, 30 de noviembre de 2020

Mirarlos de frente













// Así fue el caminar de mi vida, con mis propias guerras y mis propias victorias // también está el recuerdo de mis propios amores y de mis propias decepciones // Pero he disfrutado de todo, de mi propia vida y de mi propia muerte...

// Todas son mis broncas cadenas y tales son los motivos de mi libertad // Yo las he conocido de toda una vida, más hoy no me infunden aliento // para que yo deseara o quisiera en un instante, volver atrás...

// Que si me apuntaran otros con el arco escondido y me alargaran la espada // o si quizá ellos destruyeran mi alma... ¡¿Qué me podría importar?! // ¡Más bien sería mejor que acaben las falsas palabras que se dicen al azar!

// Porque estos indignos, son los que silencian a la verdad que muestra su luz // Seres que roban a los inocentes, deshonrando también a la propia cruz // entonces, obran así, como todos los cobardes, sin ningún temor o justicia // sin sustento y por consigna...

// Por eso, ahora yo los denuncio con desprecio a la muerte // sea con mi voz airada, mi pluma fuente o con valor a mi querella // No importa si vienen con los mismos cuentos de una paz violada y ultrajada // porque son ellos mismos los que tornan a la verdad // en mentiras descaradas...

// Habrá entonces que juzgarlos pronto sin los cuentos trasnochados de alguna autoridad // Y para que este acontecimiento ocurra de una vez por todas // mejor será actuar con mucho tino // pero sin desmayar //

¡Porque en esta inestabilidad señores, hay que mirarlos de frente!

Roque Puell López Lavalle