viernes, 30 de noviembre de 2018

El campo de Fútbol


I
Apareciste ante mis ojos igual después de mucho tiempo
y fuiste tú el escenario vivo de esos grandes partidos
porque gritábamos toditos al gol mejor cantado
cuando éramos así, los jóvenes setecanos...
II
Eras el campo de los viernes del campeonato de fútbol
donde se medía jugando ese nuestro carácter fiero
porque allí mismo se quería la victoria y puntos
siendo testigos nuestros temibles contrarios
III
Y al recorrer la grama que formó una parte de mi vida
creo escuchar hoy el silbato y el mover de la pelota
y teniendo hoy estos recuerdos gratos en verso
no viene sino nostalgias a mi memoria...
IV
¡Que pasa la pelota, el portero si se va a distraer hoy!  
¿Qué no ves todavía el foul referí? ¡La cartulina roja!
A palabras extraviadas, los delirios de la tribuna
¿Y las goleadas que se volvieron a escuchar?
¿¡Bah, quiénes pues, se iban a acordar!?
V
Pero hoy día otros juegan contigo finales de la muerte
al puro estilo de las grandes estrellas del mundial
porque ahora si se patea a la pierna talentosa
 jamás al duelo como lo hacíamos nosotros
que dejábamos confiados la vida entera
¡También el alma, para ganar solo una Copa!

Roque Puell López Lavalle

Escuchemos: https://www.youtube.com/watch?v=HEf_xrgmuRI
















































































































































































































































miércoles, 21 de noviembre de 2018

Amanezco...


Amanezco entre sueños, entre la modorra de no querer levantarme, entre el vestirme para lo mismo, para lo que siempre pienso o anhelo en este nuevo día. Espero que hoy haya un clima diferente o será tal vez como de costumbre, sea porque lo expreso de esta manera o porque no quiero reconocerlo...

Amanezco intacto, profundo, en el presente de mi existencia porque mi futuro no lo conozco todavía y me doy cuenta que mi férrea voluntad no detiene a los hombres tramposos. Será menester entonces que tenga mi seguridad, no deseo imaginar que todo cuanto yo he creído se convierta finalmente en una simple moraleja...

Amanezco en otro mundo, desconocido a mi entender donde no se conoce el nombre y de dónde pudo provenir. Pero será mejor para que no lleve dentro de mí la ingratitud de mi corazón y la amargura de mi alma. De esta manera, tendré la oportunidad de volar sin límites y sin lastres a una mejor experiencia...

Amanezco enhorabuena para añorar esos tiempos tan diferentes a los de ahora, donde todo era tan simple y tan sencillo de vivir. Donde también era más fácil encontrar lo inexplicable y escuchar de repente a la voz de aquella que decía amarnos pero eran solamente mentiras dichas al azar porque se perdían solas en un bosque infinito de palabras...

Amanezco sin hermanos porque nunca los tuve ni los necesito, ¿Por qué habría de extrañarlos? ¿Vivirían su mundo como el mío? Observé que estaban llenos de pertrechos que se habían perdido en otras épocas porque crecieron embuídos en los cielos donde el espíritu halla al silencio perdiéndose en la sequía de las promesas y de los juramentos...

Amanezco porque amanezco, porque inspiro vida y no me importa ahora lo que de mi se hable. Así es porque no me rindo ni me rendiré ¡Carajo! Porque no está en mí naturaleza sembrar en el pantano de los imposibles ni me está permitido tampoco llorar sin consideración por las heridas que me hicieron daño...

Roque Puell López Lavalle