domingo, 28 de junio de 2015

Lo único que tengo yo, es el silencio..


El mundo se estremece y me pregunto por qué, si siempre existe lo mismo. El alma es testigo de la vida de los habitantes del otro mundo, de las preñeces que llenan la tierra de mi nación, de las vastas colinas y de los refugios del hombre sencillo, de aquél que no sabe nada de su futuro. Aquél que se encuentra sudando y trabajando, tal vez azorado por las reprimendas de su patrón. Otrora quien fue el guaso, hoy es el indiferente y cretino, como todos los del galpón.

Qué belleza es la descripción de la flor y qué los delirios de las palabras de inspiración, qué claro entienden las lenguas humanas acerca del hombre que hoy naufraga en las aguas de la extinción. Se imprimieron interminables copias de lo absurdo en las miles de mentes y sentimientos de aquellos que nunca lo experimentaron. Sin embargo, queda en el tintero, la conciencia de la falsedad como si fuera cierta la tremenda traición. Buscará entonces el agua para su molino, llenará sus tinajas de la mentira, lo que piensa de sí mismo y las caras de su resignación.

Bruto mató a César y Judas traicionó al Maestro. La historia de siempre, la manía del ser humano que suelta siempre al delincuente y manda al cadalso al más inocente. Pruebas del destino o designios del legislador corrupto que no quiere beber el trago amargo, de su esperada prisión.

Pero las mentes mundanas no conocen todavía los absolutos de la vida, la verdad y de la muerte pero si los relativos de la miseria y de la riqueza robadas en una simple y sencilla decisión. Es que se casa la farsa, la fama y la deslealtad con la virginal candidez que no conoce la insensatez. No comen juntos el gato y el ratón, tampoco están unidos la buena voluntad y el reconocimiento a Dios. Que si todos descubrieran la verdad, que si todos conocieran la justicia, se acabaría la conciencia del incapaz. Iluso es pensar que viviremos cien años y que veremos pronto los cambios de estas cosas. Cielo nuevo y tierra nueva es la esperanza del sediento, el cumplimiento pronto de un mandamiento porque si siguen así los necios, lo único que tengo yo, es el silencio…

Roque Puell López Lavalle

Escucha: https://www.youtube.com/watch?v=6SvxaNQ6d7M